14 abril 2008

La piel fría


En el libro de Albert Sánchez Piñol, La piel fría, encontramos a Batís Cafó y al oficial atmosférico en una isla perdida en medio de los mares australes. Una isla que apenas aparece en los mapas de navegación. Con forma de calcetín, en un extremo se encuentra el faro, en el talón del calcetín, la casa del oficial atmosférico. Los únicos seres de toda la isla. Una isla de un kilómetro y medio de longitud.

En ella, estos dos personajes transitarán por el amor, el odio, la esperanza, el miedo, la ira, la pasión, el silencio... Se enfrentarán a una serie de seres montruosos que surgen del mar. Entre los dos tendrán que luchar por la supervivencia. Desde la primera página, este libro te sumerge en un mundo lejano, irreal que mucho tiene que ver con éste que vivimos. Te engancha desde el principio hasta el final.

Creo que conecta con la esencia de los seres humanos. Emociones y sentimientos por los que alguna vez hemos pasado. La búsqueda del orden, del control sobre las cosas y personas que tenemos cerca, sobre las situaciones. El miedo a lo desconocido. La defensa con el ataque. La incomunicación, la imposibilidad de expresar los sentimientos, la necesidad de buscar la seguridad aunque sea un espejismo. El miedo de saltar al vacío. La pérdida de la fe.

El principio: "Nunca estamos infinitamente lejos de aquellos a quienes odiamos. Por la misma razón, pues, podríamos creer que no estaremos absolutamente cerca de aquellos a quienes amamos".

Hacia el final del libro: "Saber la verdad no cambia la vida".


Si quieres saber más:
Bibliopolis

1 comentario:

Natalia Arroyo dijo...

Montones de libros en las estanterías de Fernando, ¿cuál me leo? Este, que parece pequeñito y asequible... Y resultó ser un descubrimiento, un enganche y un fluir de ideas y pensamientos, un entender algo más a los demás.