14 enero 2009

soledad, solitud y solitones

Dicen que la solitud es una soledad deseada en la que no hay tristeza. Sin embargo, la soledad propiamente dicha está relacionada con la tristeza y la melancolía de estar solo, de quedarse solo en contra de la voluntad. Pero ambas, en sentido positivo o negativo, es la carencia de compañía.

Encuentro en el libro de de David Peat, Sicronicidad: puente entre mente y materia, que en el mundo físico ocurre también este estado pero que se ha llamado solitón. Un solitón es un onda solitaria que se propaga sin deformarse en un medio no lineal. Esto es por ejemplo, una ola de gran altura que se desprende del mar, que podría considerarse como un ente independiente por su tamaño y su duranción en el tiempo antes de chocar contra las rocas, pero que no deja de pertenecer al mar.

Es decir, un solitón no está solo. En su esencia sabe que pertenece al mar y que, más tarde o más temprano, vuelve a él. Lo que me lleva a pensar que la soledad, tal y como la entedemos como "estar solos" (asociada a la tristeza) es un producto de la mente humana, de nuestra poderosa imaginación, que nos juega malas pasadas. Porque, como los solitones, nunca estamos solos.

3 comentarios:

Jésvel dijo...

Bueno, dado que tan mal llevo mi forzada soledad, me alivia de algún modo saberme un solitón y no un solitario.

noelia dijo...

Pues formemos un precioso mundo de solitones...
Me ha encantado, Patricia! ;-)

noelia dijo...

Por fin la web!!! Muy bien, muy bien! Me gusta. Un beso y ánimos!