11 septiembre 2010

Persianas

Un domingo por la mañana se levantó temprano. Se dirigió al cuarto de baño arrastrando los pies. Se miró en el espejo. Las profundas ojeras moradas y una ligera arruga de hastío en el alma, le dieron la clave para decidir bajar la persiana del amor. Pondría un cartel: "Cerrado por descanso del personal".