16 noviembre 2011

Sentires

Te miro. Tu figura se va definiendo mientras la recorro con mis ojos. Empiezo por tu cabeza y tu pelo: corto, moreno y brillante. Tu oreja derecha, pequeña y un poco despegada. Perfilo la parte diestra de tu cuello largo. Me detengo en tu hombro. Imagino mi cabeza apoyada en él, y bajo por el brazo. Tus biceps, fibrosos y delgados se dibujan sutilmente. Sigo por el codo, y tu antebrazo. Venas y bello casi imperceptible. Repaso el contorno de tu mano desde el pulgar, pasando por cada uno de tus huesudos dedos, para subir por la cara inversa de tu antebrazo, codo y brazo. Me detengo en la axila. Imagino tu olor y me deslizo por tu torso. Desciendo lentamente como una gota de sudor hasta tu cadera. Me precipito hasta tu rodilla, juego con tu gemelo y me entretengo en tu tobillo. Imagino mis dedos acariciando tu tobillo. Bordeo tu pie, cada dedo. Igual que hice con la mano, y empieza el ascenso, lento: tu gemelo, tu rodilla. La cara interior de tu muslo... La entrepierna... La acaricio suavemente con la mirada. La quiero tocar, pero no la toco. Te sigo dibujando la cara interior de tu muslo izquierdo hasta la rodilla, en descenso por tu pierna zurda. Redondeo tu tobillo y rodeo tu pie izquierdo. Cada dedo, suavemente. Me encuentro con tu tobillo. Comienza el ascenso: Pierna, rodilla y muslo. Fibra y músculo hasta la cadera, la entrada al torso. Torso que bordeo detenidamente: veo un lunar, una pequeña mancha de nacimiento y llego a tu axila. De nuevo imagino tu olor y me deslizo por el interior de tu brazo, codo y antebrazo. Me paseo por entre los dedos. Llego a tu membrana sinovial. Y recorro tu antebrazo izquierdo, codo y brazo. De nuevo el biceps y tu hombro. Imagino mi cabeza apoyada en él. Subo por tu cuello que no se acaba nunca hasta descansar en tu oreja izquierda y acabo en tu cabeza, remolineando tu pelo, negro y brillante.

Eres la obra que han dibujado mis ojos. Una obra de arte que se me presenta como un problema difícil de entender pero que pide a gritos una solución. Poco a poco, me acerco te hablo al oído, te siento, te escucho, te recorro con mis dedos... te resuelvo.

1 comentario:

Fikus dijo...

Hola Patri!! Por fin he podido ver ese tiramiento de tejos o deberia decir todo el tejado... ja,ja. Fikus